De ser un fan de los cartonistas políticos y de Jis y Trino a ser un maniático de los superhéroes hay un largo trecho. En mi caso, el eslabón entre unos y otros fué Sergio Aragónes. Muy presente tengo yo que, recien entré a la secundaria, apareció en los puestos de periódicos el cómic "Sergio Aragonés destruye DC". Obviamente la portada atrajo de inmediato mi atención. A lo mejor porque soy un burlón, las parodias siempre llaman de inmediato mi atención...
El caso es que me compré el comic sin chistar. Y qué maravilla me pareció esa lectura. El humor socarrón, sarcásico y burlón de Aragonés y su argumentista, Mark Evannier (ver su nombre en las caricaturas de Gardfield y sus amigos fué un gran shock en su momento) me prendió y me marcó para siempre. La parodia de las historias de los personajes clásicos de los héroes de DC me voló la cabeza. El dibujo también era brillante, único (la Wonder Woman de Aragonés fué mi primer sex simbol superheroíco), chistes como el del Deja Vú Kid o aquel donde Aragonés va a pedir empleo a las oficinas de DC fueron objeto de plagio por mi parte durante mas de una vez.
Después apareció "Sergio Aragonés masacra Marvel", igual de brillante que su antecesor, aunque con puntadas aun más chistosas (Seagoning Soarer siempre será mi villano ejemplar jajaja), como aquella de la masa corporal de Hulk, los clones de Spider Man o la "regla 17B" del universo Marvel... en fín, un clásico de todos los tiempos.
Pero sin duda, mi comic favorito de Aragonés fué y será siempre "El Día de los Muertos" una brillantísima historía de zombies con las maravillosas fiestas tradicionales mexicanas alusivas a éste día. Con dibujos de una belleza inconmesurable (en especial aquellos donde Sergio va contando al lector las tradiciones del día de muertos) y un guión que nada le pide a las historias de George A. Romero (hasta con crítica al capitalismo y toda la cosa), "El Día de los Muertos" es uno de esos cómics a los que siempre vuelvo con muchísimo gusto.
Después, en México se publicó una serie de "Groo", que de hecho era secuela de "Groo, el vagabundo", donde un vikingo (otrora un pendejazo que traia infortunio aunado a su estupidéz en los poblados donde se aparecía, ahora convertido en un genio estratega y filántropo) y su perro tenían distintas aventuras y desventuras con variopintos personajes (reyes, brujas, etc).
"Boogeyman", siguiente título aparecido, era un intenso y estupendo homenaje al comic de horror. Narradas por un sepulturero, al más puro estilo de los juglares, cada historia era un sórdido mensaje sobre los verdaderos monstruos de la sociedad: Políticos, mafiosos, chamacos berrinchudos, críticos, embaucadores. No eran necesarios monstruos, momias, criaturas Lovecraftianas, los verdaderos Boogeymen del planeta eran tipos con nombres, apellidos y, las más de las veces, con trajes elegantes. Brillante.
Y, la ultima serie Aragonesca publicada en México, "Fanboys" es un entrañable homenaje a los... FANBOYS! jaja protagonizado por el buen Finster, nerdazo capáz de recitar la identidad de todos los Robin, o la historia de Linterna Verde, o de reconocer una copia apócrifa del Batman #1, es arrastrado al mundo que tanto ama para descubrir que ser superhéroe no es siempre lo más genial del mundo. Esta serie contó con invitadazos de la talla de Jerry Ordway, Dave Gibbons, Bill Sienkiewicz!!!, Phil Jimenez y Frank Miller.
Pero bueno, me callo ya, porque qué mejor forma de conocer la obra de este genio mexicano qué adquiriendo sus maravillosos comics. A todos: Larga vida y prosperidad.
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