lunes, 15 de noviembre de 2010

Wanted

"La única diferencia entre un sueño y una pesadilla radica en qué tan grandes son tus bolas, tipo"

Sobre la genialidad de Mark Millar no existe duda alguna. Gran parte de mi biblioteca la conforman, justamente, títulos de este brillante irlandés. Elegir mis favoritos no es labor sencilla, es más, ni si quiera la selección de un top-ten resultaría sencillo. Sin embargo, uno de los textos a los que siempre vuelvo (no solo cómic, sino de la literatura en general) es Wanted... sí, de Mark Millar. Wanted cuenta el giro drástico que da la vida de Wesley Gibson, un oficinista mediocre y dejado, cuando se entera que tiene un talento nato para el bello arte de matar cabrones.

"Mi padre me abandonó cuando tenía ocho semanas. Acaso miró en mi cuna y se dió cuenta de que era el padre del pendejo mas insignificante del siglo XXI???"

Wesley Gibson, representación viva de la vida moderna; es un veinteañero hipocondriaco a quien todos le cargan carrilla: su novia que le pone el cuerno con su mejor amigo, su jefa que de un pendejo no lo baja, sus vecinos que se burlan constantemente de él y hasta el viejito optimista que le remarca la mierdéz de su existencia; ve cimbrada su miserable vida cuando una sexy y fatal asesina llega y le dice que su padre (a quien Wesley creía muerto) fué el mas grande asesino de todos los tiempos.

"Cuando estás en La Fraternidad puedes disparar, matar, violar o destruír a quien quieras. Las consecuencias son para la gente pequeña"

Conforme avanza la trama, Wesley se ve immerso en La Fraternidad; grupo compuesto de Supervillanos que controlan todos los aspectos del mundo y que, décadas atrás, asesinaron a todo Superhéroe existente... y que además de todo, lograron que el mundo entero olvidara cualquier detalle que sugiriera la existencia de éstos héroes. En La Fraternidad se encuentran todo tipo de pintorescos personajes: El genio Solomon Seltzer, el neo nazi The Future, el extraterrestre Sucker, Shithead, Imp, Fuckwit, Johnny Two-dicks... en fin, pura finura.
Sin duda el momento más brillante de la serie es el entrenamiento que tiene que padecer Wesley para poder entrar a la fraternidad: dispararle a cadaveres, destazar animales de granja, sentarse atado a recibir palizas indescibles a manos del "más grande bastardo en el que alguna vez se hayan posado unos ojos", hasta eventualmente comenzar a matar seres humanos. "Yo quería matar a los verdaderos cabrones primero, pero comenzé matando a gente al azar. No sabía cuánto despreciaba a la humanidad hasta que tuve a todos esos malditos alardeando a mi alrededor". Finalmente, Wesley toma el manto de su padre como el nuevo "Killer".
Una vez como The Killer, comienza a operar dentro de La Fraternidad y descubre el enorme poderío de la misma. Viajes a realidades alternas, reuniones con los villanos representantes del mundo, dinero, libertad absoluta, amoralidad... y un gran complot por parte de cierta fracción de La Fraternidad para controlar el mundo entero.
Como marca de fábrica de las obras Millarianas, uno de los gigantescos aciertos de Wanted son sus maravillosos personajes: desde el Superman con síndrome de down (Fuckwit), hasta el despiadado Mr Rictus, pasando por el increíble Shithead (un monstruo compuesto por las heces de los 666 hombres más malvados de la historia), el pervertido Dollmaster y sus robots ("boys, I want you to kill this motherfuckers"), Johnny Two Dicks (un tipo que recibe órdenes de su, bastante despiadado, pene) y el orgulloso y tremebundo Killer original.
Al final viene el enfrentamiento inevitable entre La Fraternidad y Wesley, con giros inaudítos y una nada sutil crítica a la vida sedentaria, desensibilizada y aplastante del hombre moderno. El guión de Millar patea traseros como siempre, y el brillante dibujo de J.G. Jones es verdaderamente increíble. El New York Post definió a Wanted como el choque entre Matrix y Fight Club... y a mi me gusta incluso más que esas dos estupendas películas juntas.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

La Autoridad!!!


Cuando a mediados de los ochenta Alan Moore tuvo el gigantesco éxito con esa deconstrucción heroíca desde una perspectiva sociopolítica que fué Watchmen (ya antes habia tratado el tema de una manera prodigiosa en el épilogo a su etapa en Miracleman), fueron muchos los autores que comenzaron a trazar superhéroes conscientes de los problemas sociales y políticos modernos, así como en contacto con los gobiernos e instituciones mundiales.

Pocos han sido, sin embargo, los títulos verdaderamente sobresalientes y, aun menos, los realmente brillantes. A estos últimos pertenecen sin duda The Autorithy, cómic de Wild Storm, escrito por Warren Ellis e ilustrado por Brian Hitch. El trabajo de Ellis lo respalda como uno de los grandes escritores de ciencia ficción modernos (baste leer el revolucionario arco de Iron Man: "Extremis" para corroborarlo) y sus inquietudes tecnológicas y de crítica social brillan como nunca en The Autorithy.

The Autorithy narra la formación del grupo de superhéroes que ostenta el mismo nombre del cómic. Tras el quiebre de Storwatch, Jenny Spaks (chica de 99 años, inglesa, con poderes eléctricos) se dedica a conjuntar a los más grandes héroes de la tierra: el Doctor (chamán de la tierra, que lo sabe tooodooo), Engineer (una chica con metal líquido en vez de sangre y que tiene posibilidades tecnológicas infinitas), Swift (una mujer con alas), Jack Hawksmoor (un "dios de las ciudades" que, literalmente le transmiten sus sentimientos), Midnighter y Apolo (poco disimulada referencia a Batman y Superman).

La visión de Jenny Sparks es simple: Hacer de este mundo un lugar mejor y ayudar a los necesitados... y de ahi pal' real: The Autorithy se dedican a combatir amenazas indescibles y en mayor escala macabrónica cada vez: Primero al demente terrorista Kaisen Gamorra que, con ayuda de su ejercito de super-poderosos clones busca la dominación mundial marcando sus tres "nudos" a lo largo del mundo (en rusia, inglaterra y los ángeles).

Luego combatiendo al terrorífico Slinding Albion (rey de una raza alienígena aliada con Inglaterra en un universo paralelo), sus naves espaciales y su peculiar ejercito inglés y que derrotan en una batalla de escala mundial con muchas vísceras. Pero en definitiva la historia más alucinante de la etapa de Ellis es la tercera y última, donde combaten a nada menos que una originalísima encarncación de Dios, que viene a "resetear" la tierra... cuatro numeros absolutamente indescriptibles y maravillosos.

El dibujo de Hitch en este título no se mide de tan bueno, pues uno de los más grandes aciertos de Ellis es el gran peso que les da a las escenas de acción, sean de madrazos, de destrucciones masivas, de peleas entre maquinas (ese "Carrier" es una chingonería). Se abusa de las Splash Pages, pero de una manera sublime (hay números en los que no pasa gran cosa, solo combates), y en ese aspecto ese Hitch es un grande entre los grandes.

En resumen, un cómic estupendamente escrito y brillantemente dibujado. Alguien dijo por ahí que The Autorithy es el primer gran cómic de superhéroes del siglo... y pa mi que tiene razón. La radical secuela a cargo de Mark Millar se merece mil entradas... pero ya serán después.

domingo, 31 de octubre de 2010

Pateando traseros

"No todo se trata del dinero, maldición, ¿Por qué todos quieren como Paris Hilton y nadie como Spider-Man?" -Dave Lizewsky

En 1949 Joseph Campbell publicó "El héroe de las mil caras: Psicoanálisis del mito" un texto interesantísimo donde se trata el patrón narrativo de la figura heroíca, identificado a lo largo de miles de cuentos, leyendas y mitos populares de todo el mundo; así como un desgloce analítico de las estructuras de nuestra cotidianeidad y, por tanto, de nuestros arquetipos, principalmente el heroíco. Campbell establece 12 estadíos del héroe: Desde el momento en que es un hombre común hasta el punto en el que es capáz de ayudar y mejorar al mundo.

"Que maten a tus padres, rayos cósmicos o un anillo de poder no te hace héroe, es sólo la mezcla adecuada entre soledad y desesperación" -Dave Lizewsky

Con la posmodernidad vino el rechazo a los dogmas y a las tradiciones, y de repente los planteamientos de Campbell ya no eran tan válidos. Ahora los héroes de los libros, películas y cómics podían ser asesinos, matones, drogadictos. Ya no es el joven Skywalker (aquel chico que ayudaba a sus tios en la granja, y busca al viejo sabio y célibe para que lo instruya en artes milenarías para combatir la maldad) el protagonista de las historias. ¿Cuál es entonces ahora el arquetipo heroíco basado en nuestra cotidaneidad absolutamente violenta, desensibilizada, globalizada y amoral? La respuesta la da uno de los mas grandes escritores y sociologos de nuestros tiempos: el gran, graaan Mark Millar en su notabilisimo libro uno de Kick Ass.

Dave Lizewsky es un chico de secundaria de lo mas común: hijo de un padre solo, absoluto "nobody" en la escuela, pasa gran parte del tiempo solo, bajando series y viendo porno en internet. Ah, y también es un obsesivo de los comics (alguien se identificó con él? jaja). Dave, desesperado por dar un sentido a su vida decide que convertirse en superhéroe como los personajes de los comics que tanto le obsesionan, pues considera (al fin adolescente) que buscar la bondad, el bien común y la ayuda a los más debiles es aún algo por lo que vale la pena luchar.

Y asi, Dave decide entrenarse, comprarse un traje y salir a ayudar a la gente. Pero ya no son los tiempos de antes y ahora el mundo esta verdaderamente jodido, la empatía no significa una mierda y, al ponerse unos audífonos blancos y girar la mirada, las personas se olvidan del resto de la existencia. El "Mundo ordinario" de Dave es un mundo violento y corrupto, manejado por aquellos que ostentan un poder basado en la muerte y el dinero. Sus "Pruebas" son unas auténticas ojeteces (hay momentos de crueldad y violencia apabullante).

Tambien, siguiendo un poco el esquema de Campbell, Dave encuentra aliados, algunos nobles, poderosos, otros de una inconmesurable maldad oculta (uno de los más grandes aciertos de Kick Ass es la perfección casi académica en la construcción de sus personajes). La Recompensa es nula, pues quizá este mundo no quiere ser salvado, ademas que al pobre Dave le va de la chingadísima: ni se queda con la doncella, ni hace de este mundo un mundo mejor, incluso inspira a que pobres ex-pacientes psiquiatricos vayan y se rompan el hocico (el inicio y el final del libro son soberbios).

Kick Ass, más allá de ser una deconstrucción y replanteamiento sobre la figura del superhéroe contemporaneo, es uno de los libros mas grandes y más divertidos de todos los tiempos. Con diálogos ágiles, empapados de cultura popular y de referencias geeks por demás agradecibles, aderezadas con violentisimas escenas que se quedan grabadas en la memoria (las masacres perpretadas por Hit-Girl (una niña de DIEZ años!!!) son de ver para creer), y bueno, hay un millones de motivos por los cuales Kick Ass es desde ya un clásico de la narrativa gráfica universal, pero en verdad quieren leerlos aqui??? mejor vayan y compren esta gran, graaaaan historia... la secuela se está publicando actualmente, pronto subo mis apreciaciones.

martes, 26 de octubre de 2010

Zombies are awesome!!!


Con éste termino mi colección de escritos acerca de mis cómics iniciales. Ya conté sobre los autores que me acercaron al medio, los que me influyeron, mis primeros superhéroes, y del autor que me hizo entender que es cómic es una de las más grandes expresione artísticas. Ahora toca el turno al título que me enganchó para siempre al universo Marvel. ¿Qué tan Marvelita soy? lo suficiente como para hacerme un tatuaje alusivo (y tener otros en proyecto). El título en cuestión fué la primera serie de los Marvel Zombies.

El concepto originado en las páginas de Ultimate Fantastic Four por el brillantísimo Mark Millar (y parodiando un poco el término "Marvelzombies" aplicado a los obsesivos del universo Marvel) tuvo un éxito desmedido y era menester dar su propia serie a los superhéroes hambrientos de partes de cuerpo humano y así apareció "Marvel Zombies", miniserie de 5 números escrita por Robert Kikman, dibujada por Sean Pilliphs y con portadas (auténticas piezas maestras de la pintura moderna) de Arthur Suydam.

El título desde la portada te grita "COMPRAME!!!", pues son adaptaciones de portadas clásicas (Avengers #5, Spider man #21, Amazing Fantasy #15, etc) con superhéroes putrefactos cayendose a pedazos, exhibiendo desmembraciones y organos de fuera. Excelente.

La historia? lo típico de zombies: Un virus se ah esparcido por la tierra convirtiendo a una fracción de los habitantes en zombies... el problema aqui es que esa fracción está compuesta por tipos superpoderosos que en cuestión de horas se devoran a la población mundial. Pronto los poblemas que eso conlleva no se hacen esperar.

Los cinco números son divertidisimos, sádicos y sangrientos, ante nuestros ojos Magneto es devorado (en una página que se queda en la memoria), luego aparecen Silver Surfer y Galactus y el festín da un giro estupendo. Ver a Spider Man lamentandose por haber devorado a la Tía May y a Mary Jane no tiene precio.

El éxito de la serie fue tal, que dió pie a varias secuelas y precuelas, poco brillantes todas y sin la innegable magia del original que, finalmente, se volvió el único clásico de la serie.

Frank Miller y Sin City


Los cómics no son mi única pasión, pues también soy un obsesivo de la música, la pintura, los tatuajes y... la literatura. Por alguna razón, durante mi juventud nunca vi el nexo entre el comic y la literatura, no es que pensara que alguno fuera menor que otro, o algo así. Simplemente el cómic siempre me pareció más cercano a la pintura, craso error, ahora me parece innherente a la narrativa, pero para que eso pasara tuve primero que conocer la obra de Frank Miller.

Aun recuerdo las primeras veces que ví las novelas de Sin City, debería de tener yo unos 12 años y sus portadas en dibujos minimalistas en blanco y negro ya me parecían fascinantes. Tuvo que pasar mucho tiempo para que me finalmente leyera esas obras que cambiarían muchas de mis concepciones artísticas para siempre. Quizá mi interés surgió cuando Robert Rodriguez anunció que filmaría la pelicula, o no se, el caso es que para cuando se estrenó ya había leido las novelas.

"Una dama por la que mataría" fué la primera que me leí... y me fuí de bruces. La historia de Dwight, el eterno enamorado, la traición de Ava (típica mujer fatal Milleriana rebozante en carnes y culeréz) y la venganza final me impactó como nada lo había hecho antes. Era literatura negra de la GRANDE, y al mismo tiempo había allí algo cinematográfico, y también pintura de la más excelsa (los cuadros donde Ava nada en la piscina son de ver para creer) Eso era muchisimo más de lo que yo entendía por cómic, jamás había visto nada igual.

Y de repente entendí que la narrativa sería revolucionada para siempre, que un cómic es la expresión artística mas completa y más compleja. Uno podia sentarse a leer el libro como si fuera novela y terminar pasmado; o mirar la secuencia de las viñetas y sentir que estaba viendo un nuevo clásico de la cinematografía universal... o mirar fijamente cada cuadro y sentirse en una galería del más alto arte. ESO representó Sin City en mi apreciación del cómic.

Y de ahí me obsesioné durísimo. Aquellos cuadros donde Ava asesina a Damien y dejá casi muerto a Dwight, las chicas de Old Town o Ava desnuda a la luz de la ventana no dejaban de rondarme la cabeza, asi que fuí y me compré todos los títulos de Sin City... "La gran matanza", "Ese amarillo bastardo", "Valores de familia", "El duro adiós", "Alcohol, chicas y balas" e "Ida y vuelta al infierno"... tratar de reseñarlos todos en este espacio sería grosero, pero en próximas entregas será obligatorio hablar de dichas obras maestras.

Hitman

"Es demasiado fácil conseguir superpoderes hoy en día... démonios, debería saberlo. Ves a estos tipos cada semana en la tele: alguien cae a un reactor o descubre que se padre era medio demonio o lo que sea, conocen la rutina" -Tommy Monaghan

Es curioso que quien fuera mi primer superhéroe favorito (y durante mucho tiempo) haya sido un personaje tan alejado de las mayas de color, capa y máscara; sin el poder de volar, o lanzar rayos cósmicos de las manos o super fuerza. Por el contrario, fué un sujeto vestido con botas militares, playera negra, de rigurosa gabardina larga, gafas oscuras y que, si bien tenía una limitada visión de rayos x y una igual de limitada telepatía; lo suyo era obtener resultados a punta de disparos.

Y rara vez se hacía llamar por su nombre "superheroíco".

Tommy Monaghan, ex marine de la guerra del Golfo ahora convertido en un mediocre asesino a sueldo es un día atacado por un demonio-parásito llamado Golth, y en lugar de morir adquiere unos moderados "superpoderes" que sin embargo muy útiles le resultan en su oficio. Con nuevos poderes bajo el brazo, se dedica a la rama "sobrenatural" de su negocio, tomando los casos "raros" o aunados a los superpoderosos (demonios, supervillanos, etc).

Hitman fué el cómic superheroico que me marcó sobremanera, no era para menos, ese Garth Ennis es un chingon (Preacher, Unknow soldier, Punisher kills the Marvel universe, Hellblazer) y los estupendos, sombrios y violentos dibujos de John McCrea me marcarían para siempre (un ejemplo: los señores del arkannone, dos cadaveres flotantes y putrefactos, y Mawzer, un demonio formado con el alma de cinco nazis manchadisimos).

Ademas de lo artístico, Hitman fué como mi primer libro de moral, me enseñó lo gris que es la vida, pues no existe lo enteramente bueno ni lo enteramente malo. Finalmente Hitman no dejaba de se un asesino cuyos intereses rara vez variaban del dinero, las cervezas y las mujeres, pero que sin embargo se veía en la necesidad de salvar al mundo por el simple hecho de que podía hacerlo.

Lo escencial de Hitman, por lo crudo, irónico, violento y realista se da en sus primeros números: el primer enfrentamiento con Etrigan y los demonios de Bloodlines, el asesinato de Joe Dubelz, los primeros encuentros con Batman y aquella tremendísima batalla en Arkham.

lunes, 25 de octubre de 2010

Sergio Aragonés


De ser un fan de los cartonistas políticos y de Jis y Trino a ser un maniático de los superhéroes hay un largo trecho. En mi caso, el eslabón entre unos y otros fué Sergio Aragónes. Muy presente tengo yo que, recien entré a la secundaria, apareció en los puestos de periódicos el cómic "Sergio Aragonés destruye DC". Obviamente la portada atrajo de inmediato mi atención. A lo mejor porque soy un burlón, las parodias siempre llaman de inmediato mi atención...

El caso es que me compré el comic sin chistar. Y qué maravilla me pareció esa lectura. El humor socarrón, sarcásico y burlón de Aragonés y su argumentista, Mark Evannier (ver su nombre en las caricaturas de Gardfield y sus amigos fué un gran shock en su momento) me prendió y me marcó para siempre. La parodia de las historias de los personajes clásicos de los héroes de DC me voló la cabeza. El dibujo también era brillante, único (la Wonder Woman de Aragonés fué mi primer sex simbol superheroíco), chistes como el del Deja Vú Kid o aquel donde Aragonés va a pedir empleo a las oficinas de DC fueron objeto de plagio por mi parte durante mas de una vez.

Después apareció "Sergio Aragonés masacra Marvel", igual de brillante que su antecesor, aunque con puntadas aun más chistosas (Seagoning Soarer siempre será mi villano ejemplar jajaja), como aquella de la masa corporal de Hulk, los clones de Spider Man o la "regla 17B" del universo Marvel... en fín, un clásico de todos los tiempos.

Pero sin duda, mi comic favorito de Aragonés fué y será siempre "El Día de los Muertos" una brillantísima historía de zombies con las maravillosas fiestas tradicionales mexicanas alusivas a éste día. Con dibujos de una belleza inconmesurable (en especial aquellos donde Sergio va contando al lector las tradiciones del día de muertos) y un guión que nada le pide a las historias de George A. Romero (hasta con crítica al capitalismo y toda la cosa), "El Día de los Muertos" es uno de esos cómics a los que siempre vuelvo con muchísimo gusto.

Después, en México se publicó una serie de "Groo", que de hecho era secuela de "Groo, el vagabundo", donde un vikingo (otrora un pendejazo que traia infortunio aunado a su estupidéz en los poblados donde se aparecía, ahora convertido en un genio estratega y filántropo) y su perro tenían distintas aventuras y desventuras con variopintos personajes (reyes, brujas, etc).

"Boogeyman", siguiente título aparecido, era un intenso y estupendo homenaje al comic de horror. Narradas por un sepulturero, al más puro estilo de los juglares, cada historia era un sórdido mensaje sobre los verdaderos monstruos de la sociedad: Políticos, mafiosos, chamacos berrinchudos, críticos, embaucadores. No eran necesarios monstruos, momias, criaturas Lovecraftianas, los verdaderos Boogeymen del planeta eran tipos con nombres, apellidos y, las más de las veces, con trajes elegantes. Brillante.

Y, la ultima serie Aragonesca publicada en México, "Fanboys" es un entrañable homenaje a los... FANBOYS! jaja protagonizado por el buen Finster, nerdazo capáz de recitar la identidad de todos los Robin, o la historia de Linterna Verde, o de reconocer una copia apócrifa del Batman #1, es arrastrado al mundo que tanto ama para descubrir que ser superhéroe no es siempre lo más genial del mundo. Esta serie contó con invitadazos de la talla de Jerry Ordway, Dave Gibbons, Bill Sienkiewicz!!!, Phil Jimenez y Frank Miller.
Pero bueno, me callo ya, porque qué mejor forma de conocer la obra de este genio mexicano qué adquiriendo sus maravillosos comics. A todos: Larga vida y prosperidad.

"Estaba un día el santos haciendo monos"


¿De dónde me salió esa fascinación por los cómics? no estaría seguro al 100%, pero el primer recuerdo nítido que tengo de una espera periódica por la aparición de nuevas aventuras de algún personaje, narradas gráficamente, es del título "El santos contra la Tetona Mendoza", escrita y dibujada por Jis y Trino y publicada en el suplemento "Histerietas" de la Jornada.


Ahora que releo las cagadísimas aventuras de éste peculiar enmascarado me parecen gruesísimas, no se cómo yo, de 7, 8 años era tan fan del santos (recuerdo una feria del libro de Minería, cuando se presentó el volumen 3 de los libros, "Godzilla contraataca", con una portada fenomenal, un señor de barba que con hilaridad le decía a su acompañante "Mira! a ese niño le gusta El Santos!!!"). Seguro no entendía yo el 70% de los chistes sexuales, pero igual me encantaba.
En cada historia de una página, dividida en cuatro filas, con numero variable de viñetas y acompañada por cinco cartones alusivos y un epílogo (en ningún otro lado eh encontrado ese formato) El Santos con su magnífico cuadro de personajes (un policía, un alucinógeno viviente y manchado, una luchadora prostituta que anda topless por la vida, una caperucita roja adicta al "chemo", una socialité, un dinosaurio que gusta de comer niños pobres, tres cerditos ex-reclusos y un largo y pintoresco etcétera) viven a cada entrega una historía absolutamente surrealista, absurda y desmedida.


La frase "Estaba un dia El Santos..." es ya todo un clásico entre el verdadero Santos Army. Algunos ejemplos de lo que hace El Santos durante un día cualquiera: ve una función de títeres, le pica los ojos a un zombie, está vestido de conejo, plancha su máscara, ve la luna, se hecha un requinto, se hecha un gallo, trata de no eyacular tan rápido, está vestido de tehuana (XD), se caga de la risa (XD) y así, en un gozoso y divertidisimo etcétera.


La lectura del Santos no es para todos, pues está llena de groserías, bizarradas, drogas y mucho sexo (el santos debe ser el personaje de cómic que más desnudos frontales ah hecho jajaja), sin embargo es tan divertido, tan autocrítico y tan genial que se le perdona eso y más.


A lo mejor en el resto del mundo es común, pero para mí, ver a los creadores dentro de la historia discutiendo el rumbo de la misma, o planteando las posibilidades de crítica y censura, me parecía lo más vanguardista del mundo. Incluso en quinto de primaria, intenté escribir y dibujar mis propias historias del santos. Sobra decir que a la mitad del primer intento descubrí que narrar las peripecias del Santos era labor de iluminados y lo dejé.

Y bueno, que sirva esta muy humilde reverencia al Santos, el cabo, el peyote, el diablo zepeda (sobrino de Eraclio XD), la Tetona, la Kikis, la rata Maruca, la sirena Lupe, los zombies de Zahuayo y todos esos maravillosos personajes de mi niñéz y a sus papás, Jis y Trino... que más allá del Santos son un mundo entero cada uno.

"You can call me H"

A manera de bienvenida a este nuevo proyecto de blog (el otro, "Rumbo errado") supongo que lo mejor será tratar de explicar de que va esto: Como ferviente venerador, devorador y obsesivo de los cómics me entró de repente la imperiosa necesidad de compartir un poco mas mis opiniones sobre los mismos.
Inspirado, desde luego por el siempre interesante blog de Mauricio Matamoros, por Alan Moore (que me prestó el nombre para el blog), por Mark Millar (mi héroe literario sin precedente alguno) y por todos los autores y dibujantes que me brindan las puertas de la cuarta dimensión... a todos ellos va dedicado ésto, supongo.
¿Qué pretende abarcar este blog? Títulos de ayer, de hoy y de siempre. Evidentes y necesarias (PARA MI) reverencias a todos los grandes artistas del cómic... o al menos mis favoritos. Novedades editoriales internacionales y nacionales, reviews, sinópsis comentadas, ensayos, relatos inspirados... en fín. Todo inicio de una aventura editorial es emocionante, optimista y abundante en resultados... espero que en unos meses éste blog no se vea tan abandonado como mi otro proyecto...
Pero, bueno, como dijera Stan "The Man" Lee... 'NUFF SAID!!!"